domingo, 5 de junio de 2011

paSeO cOrPóreO II

Tengo en el torso tu nombre impregnado,
he resuelto dejarlo vivir ahí.
Me escandalizan pero me absorben tu risa, tu espalda
y tu antebrazo.
Viene gigante mi prisa, mi clavícula te busca de noche y de día.
Me detienen tu muslo,tu pantorrila y tu empeine,
me entretienen tu cabeza y tu pecho.
Nada aligera más mis pies que pensarte viviendo.
Si merodeas en mi cabeza, aprisiono los labios.

2 comentarios:

Ingmar dijo...

Igual de bueno que el anterior, aunque diferente, el otro era, al menos así lo sentí, más sensual.
abrazos

Lunaica dijo...

Ingmar, el mismo sabor de boca me dejó a mí. Saludos y un abrazo.