domingo, 31 de agosto de 2008

La mentira tiene nombre: verdad.

martes, 26 de agosto de 2008




Mientras acaricio la eternidad de un ciberinstante,
dos miradas virtuales chocan,
un fruto cae,
y un árbol envejece.
Mientras robo la efímera superficie de los mass media,
un horizonte se acuesta
y me muestra su calma.
Mientras al mirarte siento un off line,
un ave aletea con violencia
para despegar.

viernes, 22 de agosto de 2008

Dolor-ido sueño
con manos vacías.

Aire pasado
te tiendes cotidiano
a tirarme argumentos disecados
y no te miro.

Dolorgánico recuerdo
trama de mi nuevo cuerdo caminar.

jueves, 21 de agosto de 2008


¿Qué hacer cuando la paz nos enseña su infierno?

miércoles, 20 de agosto de 2008

Hoy he abierto el mundo.
En el destierro del que me impregné
se me palidecían los ojos y los senos,
se me escabullía un pez
sin columna vertebral en el ombligo.
Una interpretación flaca
me atacaba el corazón.

Hoy he abierto el mundo.
Caí en la profundidad horizontal
en que caen las aves.
Soy libre
Soy infinita

Aquí, el sentido no ocupa ya
el viejo sillón de mis labios.
Ya no hay un siniestro cenicero
habitándome el cuerpo.
Mi cuerpo se hizo tiempo.

lunes, 11 de agosto de 2008

Peligro: elevación de la voz que cae a los pies de un dios.

viernes, 8 de agosto de 2008

Palabra es ver muerta la mente lúcida
trastornar la flecha que del astro fluye
ahorcar la miseria de lo silencioso.

Palabra es estar frente al signo, no en él
participar de la codicia sin la fisis.

Estar

Cruzar nuestro lugar

Palabra es hablarle al tiempo
creyendo que escucha,
flacidez cutánea y verbal.

miércoles, 6 de agosto de 2008
















Nadie siente mi quejido en calma,
mi forma solitaria de tiempo
mi voz latente, perjudicada,
apreciada por la nada.

Oigo el sucidio del cielo,
de esa muerte lenta en mis venas.
Oigo al cosmos jadeante.

La locura traspasa mi vientre
y escucha el sonido del cuento
que narra mi cuerpo.

Nadie siente.
.

lunes, 4 de agosto de 2008

Mis AntropíAs

Me muero por un roce con el vulgo
para desdeñar del juicio interno mi narcisismo estático,
para devolverle a mi gesto un golpe melancólico
y tocar con los dedos llanos,
un sueño quebrantado por la móvil realidad.