martes, 29 de mayo de 2012

c.C.




La conciencia crítica no se construye de un día a otro, ni en una sola plática, ni en medio de los prejuicios y estereotipos que nos subyugan. La conciencia crítica no se impone al otro, no se enseña en una clase o dos. La conciencia se revela, hace ver a unos lo que otros no ven. Cuando ves lo que otros no ven entonces serás loco, impertinente, desarraigado.
¿Pero acaso el loco no mira mejor? se ha deshecho de los vicios al pensar, de los juicios preestablecidos, del velo que le cubría el rostro. El loco revela un mundo que nadie ve pero que existe. El loco abusa de un traspiés cuestionador, apunta y profundiza en todo lo que ve, parece un ser impertinente y absurdo ante los ojos del que dice poseer las verdades establecidas. El loco pertenece al reino del desarraigo porque pretende negar la realidad para transformarla. No a gusto con lo que es, el loco quisiera probar lo que aun no es.
Mejor la locura que esta cordura que nos miente y nos hace mentir, que nos violenta, que nos subyuga y hace que dominemos al otro, mejor una locura libertaria ante el desfile de la cordura que deja impune lo inhumano. 
La conciencia crítica revela una locura necesaria, un ojo siempre abierto, una vigilancia diaria de lo humano que se vuelve ajeno. Actualmente, los estudiantes demuestran que la conciencia crítica emerge de un proceso lento pero intenso, revelador, profundo.

Lunaica S.

2 comentarios:

Édgar Adrián Mora dijo...

Cosa cierta. La conciencia crítica emerge cuando el individuo se da cuenta que puede preguntar. Y no sólo concebir la pregunta, sino exigir/explorar/construir respuestas.
Saludos.

Lunaica dijo...

Exacto, generar o solicitar respuestas son muy buenos síntomas.
Muchos saludos.