De tendones tiesos, de aire sensible
y reumáticas articulaciones,
candidato a perturbador de mis piezas.
Titubea la nuca,
el pecho se extiende a la barbilla,
el ojo truquea, no mira,
se espera,
la pelvis se abalanza,
como si el ilíaco tuviese ojos.
El dolor de hueso se expande,
tu aire sensible lo cura,
Se desnuda el isquion derecho,
el izquierdo descansa en tu ternura.
Las rótulas se desinflaman,
los labios también,
los pies vuelven a su arco,
la rigidez,
la bella molestia
termina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario