domingo, 27 de julio de 2008

He vuelto a soñar mi ala de desierto,
de espina balbuceante en el lomo

Un flotar incierto me desangra,
une, aflora, me irrumpe la desgana.

La nitidez nos vuelve ciegos
como juerga develada y niño en su juego.

Lloré para aligerar tan mal sueño corpóreo,
para esfumar el fantasma de lo vivo.

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