CiUdaD

No te desgañites pronto

tienes el alma de un pez revestido de arena

vives perpleja ante el titilante morbo vital.

Caminas palideciendo tus huesos, tu piel se hace añicos.
Desesperas torcida entre las hojas caídas de la realidad.

Tu cuerpo se ha seccionado para cubrir la realidad actual

y te incineran los gritos del paseo vital.

Hay mil cerradas intravenosas, la sangre aferrada al movimiento, calcula, transita, circula.
Circulas un mundo hábido de ninfas coloradas que tiñen las esquinas de tus huecos
que a veces se palidecen, incluso mueren y te ahorcan mientras besas sus pies.

Silencio: sabes silbar metáforas, disecar argumentos, matar, hincharte de sonidos, vengar, divulgar pensamientos, enseñar, tranquilizar e interrumpir.

Soy
cuerpo de detenciones y estación perdida,
calle vacía
Hambre que se gloria de saberse digerida y no más que eso; concepto, necesidad
Ave a cazar
Ventana sin paisaje y no paz
No furia
Espejismo que polemiza , que dubita y solo se consuela
Soy dueña de esa careta que hasta en el sueño permanece
Carátula humana. Sueño y vigilia
La subconciencia se recarga de la caricia del festín mundano
De ese que nos hace agotar palabrería en decir qué somos o qué sentimos ser

Hay tal perpetuidad en el aire, que me asfixia su sombra y su perfil.
Voy buscando; nombro, me arrodillo, te describo, lamento decir que soy la verdad pero lo he dicho ya cuando camino.


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¿Sabías que aunque de carmín esté pintada la corola su paisaje es gris?


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Inmortales cenizas psíquicas se adormecen en el espejo que has hundido en mí.


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Tengo la paciencia del ábol metida en los huesos,

la exprimí de su corteza y su movimiento.

Soy la calma del agua,

me configuré de un reflejo difuso en ella.

Mira alguna vez hacia una nube,

para recordarle a mi rostro

que hay más de un horizonte

y más de una mirada que la mía.

Recuérdame que la incertidumbre

cambia de piel y vive para perseguirnos

Señálame más de un camino

antes de apresurar la vista y los pies

Esconde o revela indicios,

hay más de un secreto por desvelar o guardar

Guíame pero trae contigo:

un espejo, un pez y alguna marioneta.

AbsoLuto/MeDiatEZ

Quería tocar los cotornos

todos los instantes de un siempre

quería a la eternidad tragándome o yo a ella.

Perseguir lo lleno

cimbrarme de padecer el espacio.

Guardar borbollones, no gotas.

Quería el tiempo todo, todo el camino.

No quería vivir, quería la vida.

Ahora, mi cuerpo se acuna en los instantes

me atraganto de las partes.

Pertenezco a la mediatez, a lo casi vacío.

Soy una gotera que suele secarse.

Soy apenas, siendo

Tengo el pecho desbordando remembranzas
y cielos nublados cubriendo mi corteza de humana carencia

La Ruta de Hermes
(diario del viajero)

I

El ala de mi tobillo aprenderá de nuevo su tarea.
Hermes me espera
me enseñará acerca de la sangre viva que impulsa al mensajero
me hablará del sutil esfuerzo que implica el acto de dar y recibir.

Me colgaré de alguno de sus vuelos herméticos
para ver más allá, hacia el rincón de los implícitos
el lugar donde habitan las palabras.


2
Hay aves a las que les pesan las alas
prefieren dormir
el vuelo se vuelve un sueño de perfección
sus ojos ennegrecen
su vestidura envejece
hasta que las delata muertas.


3
Hay aves que gustan del movimiento pendular
falseando su vuelo
dicen haber sobrevolado la perfección y/o la imperfección,
la belleza y/o la fealdad
la verdad y/o la mentira
nunca un tercio de ellas
parecen haberse olvidado de la dulzura de lo intermedio.
Y pasarán abasteciéndose de y/os.
Aves de la mismidad y/o el relativismo.

4
Cuidados del aleteo frente a:

Absoluto/relativo
Universal/ particular
Verdad/ falsedad
Unívoco/ equívoco

Identidad/diferencia

5
Hermes se detiene, se percibe, se tensa
Analogía le vierte y retira imágenes
presta equilibrio a sus pies, le alimenta, lo arropa.
Analogía le muestra un espejo a diario
para que no olvide su rostro idéntico pero distinto.


6
El aprendizaje del vuelo es proceso
es causa, efecto, límite y contexto hilvanados al despegue
es la creatividad del agudo estratega.

7
La sutileza aprendió del aire
su ligereza
su fuerza limitada.


8
El aire que sobrevuela las palabras o las acciones
viene de una corriente polisémica
entra por una ventana hiperfrástica.


9
Escribir se hace de muchas maneras.
Escribe el cuerpo cuando camina
escribe un sinónimo si se reencuentra.
Se ha escrito soberbia, tristeza, ausencia.
La risa y el llanto saben de escritura como pocos.


10
Hoy pregunté a Hermes:
¿Cuál es el sentido del laberinto, la salida o el laberinto?

11
Yo, Hermes
he recorrido la ruta del ave
reconociendo el aire
en que me absorbo.

Soy un ala y un ojo.
Soy dirección, aleteo y mirada.

Conjugo el silencio, lo implícito,
lo no-dicho.

El sentido del recorrido dará nombre a la llegada.


Notas para el recorrido:

-Creo saber del espejismo
su nada.

-Recuérdenme, por favor, escuchar el sonido del aire

-La objetividad es el ataúd del asombro.

-No olvidar oscilar entre metaforizar y metonimizar.




Anexos de experiencia:

El cuerpo se historiza,
deviene, se percibe,
se hace fenómeno, se esencializa.
Ante el afán de ser dilucidado, se concretiza.

Y si la razón nos sustenta
por qué mis tobillos tiemblan
Igual que el minúsculo círculo dentro de mi ojo
cuando no detengo una emoción
que veo caerme encima.

Y si la razón,
de dónde mi lengua aventurera
que se torna salvaje en la palabra.

De uno
lo otro, lo que no se es
para ser
para seguir siendo.