Del deber ser, poco se. Se ahora sorber tu perfil. Se imaginar tu ombligo todas las noches para poder dormir. Se deletrear tu nombre para que la magia te aparezca frente a mí. Del ser, nada se. Se desesperar por la terquedad de la manecilla que me hace esperarte. Se de la locura que habita mi cuello y mis pies cuando los miras. Se hurgar entre mis miradas la que se disponga a encontrarte. De la nada, nada se. He aprendido a metaforizar tu piel y tus ojos. Se ahora perder mis ojos dentro de ti. También se aparcar mis sentidos en los tuyos. Sólo se que ...
El son de la zozobra
Hace 8 años
2 comentarios:
Una prosa elegante, tímida, sutíl y bella. Yo tengo amigos que husmearán por aquí y querran enamorarla, se hará popular con semejantes letras profesora. Un abrazo.
Gracias por tus comentarios.
Un abrazo
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