Expulsas por los poros
tu hibridez anónima.
Tienes la niñez absoluta
entretejiendo tus manos y tus actos
aun sabes escuchar al silencio
y habitar el aspaviento
Te miras y reconoces en el viento
no necesitas del espejo que se suele
sostener para aterrizar lo pies.
Eres imaginario andante
con la furia de la luz atravesándote.
Cruzas el semblante de la vida
resucitando de lo eterno.
Tienes para mí, la forma que tallé
tantas veces en mi piedra nocturna
eres sustancia y piel de astro
todo eso siendo, además, real.
El son de la zozobra
Hace 8 años
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