Soy un rostro de fantasmas silenciosos,
mudez nocturna,
ninfa durmiente del semblante de lo negro
tengo en los ojos un olor a desperdicio,
enterradas en la entraña unas semillas.
Soy ahora el pez cubierto de sales,
un presidiario soñando que duerme.
Soy el ojo asombrado,
con llagas abiertas
y venas salientes.
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