He vuelto a soñar mi ala de desierto,
de espina balbuceante en el lomo
Un flotar incierto me desangra,
une, aflora, me irrumpe la desgana.
La nitidez nos vuelve ciegos
como juerga develada y niño en su juego.
Lloré para aligerar tan mal sueño corpóreo,
para esfumar el fantasma de lo vivo.