Porque el silencio llega a perturbar mi oido y derrota mi paz
quiero escuchar esa voz de mar en calma.
Porque el sueño no puede acallar las voces
quiero despertar hablándote y mires lo que oyes.
Porque la fortuna no puede arribar a mi sin tus manos
quiero ganar con la presencia de tus dedos alargados.
Porque mis ojos buscan algo que mirar
quiero pestañear para ver tu semblante de niñez.
Porque la pérdida me hace cada vez más equívoca
quiero la abundancia que sin saberlo combinas.