Nuestras vidas son los ríos
que van a dar a la mar
que es el morir.
Jorge Manrique
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Me tengo a mí y al aire que ventila las ideas que hoy he puesto a secar. Hoy no quiero que me atraviese el pasado pero sí que perviva la memoria. Brindo por lo que ha sucedido, por lo que me mató, por la mentira desmentida, por el proceso que implica vivir, por el falso andar, por la tristeza acogida, por la sonrisa y por mi alegría, sin los que el presente de mi pasado hubiese nacido muerto.
Mi regla para lo de hoy es no tener regla, si he sido asá, hoy no lo soy. No creo en las esencias. Pertenezco, como Heráclito, al cambio, a la transformación y a la contrariedad. Me gusta la arena movediza, la cotidianidad con la que el azar suele dejarme perpleja. Hoy es siempre todavía.
La libertad es el semblante del devenir, no puedo imaginar lo que vendrá si no le antecede una serie de acciones libres, aun ante la fortuna y el azar el futuro es un efecto de mis actos. Aquí, hago un llamado al silencio. El futuro es una de esas cosas de las que no se puede hablar y ante las que es mejor callar.
Soy manantial, río y mar.
Soy, en cada momento, infancia, juventud y vejez.