Cómo una vida sin el temblor que afecta nuestro semblante,
que hace flaquear la identidad hasta derruirla.
Cómo, sin conjetura, sin tensión.
Cómo sin el ensanchamiento diario de la pasión, del apego.
Cómo sin el/los motivos para desfallecer
o abigarrar, reformar o sólo prescindir.
Cómo preferir mantener los ojos abiertos
sabiendo que deberíamos cerrarlos.