¡Cuánto dice el silencio!
Cúanto a qué rehuir y tanto a qué llegar
en una de estas veladas interiores.
Tanto dice callar y no ser escuchado,
en medio de este reloj y la tarde envejeciendo.
La mudez expurga la mandíbula de intelectos delgados,
consiste en dejar vivir a la mente sofocada.